LOS CANCIONEROS

Ángel Moreno García

cancionero de palacio“Segund que disponen e determinadamente afirman los filósofos e sabios antiguos, natural cosa es amar e desear e cobdiciar saber los homes todos los fechos que acaescen en todos los tiempos, tan bien en el tiempo que es pasado, como en el tiempo que es presente, como en el otro tiempo que es por venir.”

(Prólogo del Cancionero de Baena).

La mayoría de los textos poéticos del siglo XV han llegado a nuestros días en forma de cancioneros, compilados bajo la protección de nobles o reyes.

Ello responde a un cambio de gusto y de costumbres, reflejo de los cambios sociales que se producen durante esa centuria.

El noble ya no es sólo guerrero y político, sino que, además, aspira a una vida refinada, por lo que  también es cortesano, mecenas o autor de composiciones, como el rey Juan II, que crea una verdadera “corte literaria”.

Entre los cancioneros conservados, cabe destacar los siguientes:

  • Cancionero de Baena.
  • Cancionero de Herberay des Essarts.
  • Cancionero de Palacio.
  • Cancionero de Stúñiga.

Estas antologías toman el nombre por diversos motivos, entre otros:

-Por el nombre del compilador: Baena, por ejemplo.

-La biblioteca donde se custodia: ( Palacio).

-Nombre del propietario o familia titular del mismo (Herberay des Essarts).

-El nombre del primer poeta de sus folios (Stúñiga).

Con respecto a  la forma, se han advertido dos escuelas:

  • La tradicional, de influencia galaico-provenzal, en la que se observa la preferencia por los metros de arte menor.
  • La alegórico-dantesca, en la que prevalece el arte mayor, y, en concreto, la estrofa de ocho versos dodecasílabos. El alcance retórico y léxico de esta orientación es mayor que el de la tradicional, con influjos petrarquistas en el uso de imágenes y metáforas.

Si atendemos a la temática, prevalece el amor, con rastros del “amor cortés”, aunque también existen diversos temas como el religioso, la sátira, aquellos de índole moral y filosófica, los poemas laudatorios, las elegías…

Biblioteca Nacional de España_page99_image46En cuanto a los géneros, destacan dos: el decir y la canción.

  • El decir: destinado a la lectura, consta de un número indeterminado de coplas (de arte mayor o menor), al final de las cuales se encuentra una breve estrofa, ligada por la rima  a la última copla. El contenido es de índole doctrinal, panegírica, narrativa o satírica.
  • La canción: destinada al canto, su forma es flexible, si bien a finales de siglo se  integra por los siguientes elementos:

      -Una cabeza de cuatro versos o más, que expresan el motivo central del poema.

      -Variación: suele ser una redondilla, con rimas diferentes a las de la cabeza.

      -Parte final o vuelta: retoma las rimas –y, con frecuencia, palabras- de los versos iniciales.

Es utilizada, fundamentalmente, para la temática amorosa.

Canción de Gómez Manrique:

El que arde en viva llama,

sirviendo a quien le condena,

no  puede, según es fama,

sentir la pasión ajena.

Yo padezco por amores

tan afortunadas penas,

que no siento las ajenas

cuitas de los amadores:

que cualquiera que bien ama

a quien su bien desordena,

no  puede, según es fama,

sentir la pasión ajena.

Gracias a los cancioneros, en definitiva, conocemos hoy una multitud de autores y composiciones que surgen en una época de cambios sociales, en la que los grandes señores animan el cultivo de esta “gaya ciencia”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio