ANONYMOUS

Juan Angulo Serrano

Mi querido amigo y dueño de este invento me sugirió en su día que comentara esta película, pero, tanto por las críticas que recibió como por el tratamiento histórico del tema y por su director, no me animé a hacerlo. Casi siempre, he tratado de hablar sobre aquellas que, a priori, parecían tener unos aceptables niveles de calidad y ésta daba la impresión de que carecía de ellos. Craso error que subsano, pues si bien no puede considerarse una obra redonda, merece la pena darle una oportunidad.

 Antes de entrar en materia, me parece interesante hacer una semblanza de este director, sobre todo para los que no lo conozcan suficientemente o nada. Es alemán, pero prácticamente todo su cine se desarrolla en E.E.U.U. Lo mejor para hacernos una idea más aproximada sobre de quién estamos hablando, es detallar sus cintas más conocidas: 2012; SOLDADO UNIVERSAL; GODZILLA; 10.000 A.C.; STARGATE (de la que se derivó una famosa serie de T.V.); EL DÍA DE MAÑANA; y, sobre todo, INDEPENDENCE DAY. Catástrofes y Ciencia Ficción, pero apoyadas en un uso apabullante de los efectos especiales, en ocasiones excesivo, pero que te hace pasar algunos ratos inolvidables.

 Tiene un notable sentido del humor e impregna de ironía todas sus obras. Donde mejor se aprecia es en INDEPENDENCE DAY (1996), en la que me voy a detener. Es una de las películas más taquilleras de la historia. En contra de la opinión general, a mí me pareció estupenda, pero observándola bajo estos parámetros. Me reí mucho: un negro, expulsado del ejército, que salva la vida a la Primera Dama; un Presidente que pilota un avión para luchar contra los alienígenas; pone a parir a los mandos militares, tratándolos de estúpidos para arriba; un borracho empedernido que es el artífice del triunfo; ver al protagonista, Jeff Goldblum, fumándose un habano para celebrar la victoria en la nave nodriza cuando, en ese momento, estaba en pleno apogeo la lucha antitabaco; Will Smith (que por cierto estuvo vetado por los productores a causa de su color) dando de patadas a un pobre extraterrestre que lleva metido en una bolsa, etc. etc. ¿Cómo tomarse esta película en serio? Es una fenomenal comedia de S.F.

 Con estos datos, se entenderá mi prevención ante ANONYMOUS, que se sale totalmente de su estilo para tratar nada más y nada menos que sobre la discutida identidad de W. Shakespeare. A sólo 150 años de su muerte, se empezó a dudar de que fuera el verdadero autor de las obras que históricamente se le atribuyen, planteamiento mantenido por personajes tales como Voltaire, Walt Whitman, Freud…

 Los defensores de esta teoría arguyen una serie de puntos, tales como:

-Hijo de un guantero, no parece que pudiera recibir la esmerada educación que sería necesaria para llegar a donde llegó.

-Sin embargo, sí ha quedado constancia de su faceta como actor.

-No se conserva ningún escrito suyo. Solo existen referencias judiciales y mercantiles sobre su persona (de contemporáneos suyos, como Cervantes, sí se conservan).

-En su testamento no existe ninguna referencia a sus obras, si bien deja su cama a su segunda viuda (quien esté interesado puede encontrar bastante información en la red).

 Se han barajado varios nombres como los verdaderos autores. El primero fue Francis Bacon, amigo de Shakespeare.

 Igualmente Christopher Marlowe, también perteneciente a su círculo cercano.

 Pero desde 1920, gracias a una tesis de Jhon Thomas Looney, empieza a tomar importancia la TEORÍA OXFORD, que atribuye la autoría de estas obras maestras al XVI conde de Oxford, Edward de Vere. Fue un importante mecenas durante el período isabelino, fomentando la Literatura, la Música y, sobre todo, el Teatro. Fundó dos compañías bajo sus auspicios.

 Tomando como referencia esta teoría, y con guión de Jhon Orloff, construye Roland Emmerich su película. Excesiva, como todo su cine. No hay casi ninguna fidelidad histórica; por supuesto no lo pretende, aunque todos los personajes existieran. Nos presenta a un Shakespeare que no hay por dónde cogerlo. Iletrado, putero, jugador, mezquino, mentiroso y hasta asesino; a una Reina Isabel patética; a los Cecil, padre e hijo, consejeros de monarcas, como malos malísimos… Pero no nos pongamos exquisitos. Creo que es un guiño provocador que muchos espectadores y críticos, algo fundamentalistas, no entendieron. Hay que asumirla como una obra original que utiliza personajes históricos, aderezada con alguna realidad, y con dosis de humor e ironía. Desde este punto de vista, y sin prejuicios, es como ha de contemplarse.  Así, resulta bastante atractiva.

 En primer lugar es una producción inglesa, y de época, por lo que todo lo relativo a la puesta en escena es sobresaliente (decorados, ambientación vestuario…). Como siempre. Actores ingleses, la mayoría poco conocidos, pero de una extraordinaria calidad. Sobre todo Rhys Ifan, personificando al Conde de Oxford, así como Joely Richardson y Vanessa Redgrave, dando vida a la Reina Isabel I, de joven y en sus últimos años respectivamente.

 Hay algunas imágenes aéreas del Londres del siglo XVI de una belleza aplastante, igual que le recreación de las calles de la ciudad, para lo que se han utilizado efectos especiales, algo inherente a toda película del Sr. Roland. No lo hace con el Globe, el teatro en el que estrenaba Shakespeare, construido ex profeso, y que nos transporta con gran fidelidad a lo que se supone fue aquella época. Tiene gran importancia, pues la cinta está estructurada como teatro dentro del teatro. Se inicia con la presentación de la obra en un escenario por el genial Derek Jacobi (Yo, Claudio), y a su vez, dentro de la obra, aparece el Globe en el que se representan secuencias de Hamlet, Enrique V, Romeo y Julieta, etc. Recuerda lo que hizo en el cine Woody Allen con LA ROSA PÚRPURA DE EL CAIRO.

 Anna J. Foerster es la directora de fotografía. Principalmente en interiores, consigue unas bellísimas imágenes, utilizando primorosamente la luz, en bastantes ocasiones provenientes de velas. Desde 1996, ha participado en prácticamente todas las películas de este director.

 Teniendo en cuenta estas consideraciones, recomiendo verla, aunque hay que estar muy pendiente de los constantes flash back, a lo que no ayuda el parecido físico de Edward de Ver joven con su hijo.

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