ARDER EN LA HOGUERA

Foto Sambit Mahapatra

En 1553 quemaron en la hoguera a Miguel Servet y sus libros. Había negado el misterio de la Trinidad y defendido el bautismo de adultos. La libertad de pensamiento y expresión se convirtieron en cenizas una vez más en aquel aciago 27 de octubre.

La famosa frase, posterior a la muerte de Servet, del psicoanalista Sigmund Freud, se materializa perfectamente en este crimen injusto: «Ahora queman mis libros, en otro tiempo me hubieran quemado a mí». Los libros de Freud ardieron también en 1933 en la Opernplatz de Berlín, en una de las quemas más famosas de libros ejecutadas por los nazis. Servet ardió por orden del intransigente Calvino.

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