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TRES NOVELAS HISTÓRICAS INOLVIDABLES

Sabino Fernández

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Cuando se habla de novelas históricas inolvidables, seguramente, entre otras, todos pensamos en clásicos como Yo, Claudio de Robert Graves, Memorias de Adriano de Margarit Yourcenar, Sinuhé el egipcio de Mika Waltari o El nombre de la rosa de Umberto Eco. Hablar de ellas, aparte de despertar nuestra nostalgia, poco podría aportar a lo mucho y bien dicho que sobre tales novelas ha sido escrito ya. Por eso quiero presentaros tres novelas históricas menos conocidas o no tan clásicas, pero igualmente inolvidables.

q_02Q de Luther Blissett

Q es una novela escrita por un grupo de escritores italianos, se piensa que cuatro, bajo el pseudónimo colectivo de Luther Blissett. Pero, por encima del misterio de su autoría, que algunos llegaron a delegar en el mismísimo Umberto Eco, lo que nos presenta la novela es un fresco perfecto de todos los movimientos religiosos radicales surgidos en Alemania y, por extensión, en toda Europa a raíz de la Reforma iniciada por Lutero. Pero la novela no se queda en esa simple anécdota. A través de su protagonista, un joven radical del movimiento anabaptista, vemos cómo los campesinos oprimidos de toda Alemania son abandonados, primero por la Iglesia Católica, y más tarde por los mismos protestantes para convertirse en unos parias entre los poderosos. A la novela tampoco le falta intriga, espionaje e incluso lo que algunos definen como aventura pura, pues el personaje principal es seguido por un espía (el llamado Q) y utilizado por unos y por otros, a la vez que cual pícaro de la novela del Siglo de Oro español, el protagonista se mueve haciendo trampas y sobreviviendo en un mundo dominado por las finanzas. Toda una metáfora de la sociedad actual, totalmente inolvidable y más en los tiempos prepotencia del poder económico que vivimos. La estructuración en forma de cartas de intercambio entre algunos de los personajes le da además una viveza al relato que la hace muy amena y una delicia para el lector.

emperatriz-seda-ojos-buda-jose-freches_1_1289473La emperatriz de la seda de José Freches

Un caso distinto, pero también inolvidable, es esta magnífica novela. Se ambienta en la ruta de la seda y acaba en la corte de la emperatriz Wu Zhao de la dinastía Tang de China. Dicha emperatriz es de por sí un personaje fascinante, capaz, por ambición, de deshacerse de sus propios hijos para gobernar en solitario en un imperio tan complicado y de predominio masculino como el imperio chino del siglo VII d.C. Pero la novela no se centra únicamente en la citada emperatriz sino en la interesantísima mezcolanza de religiones que en la China de la época tratan de prosperar: cristianismo nestoriano, budismo tibetano, budismo hinayana, budismo mahayana, maniqueísmo, confucianismo… Esta mezcla, casi alquímica, sazonará el devenir de los personajes que, en una trama de amor y acción en busca del secreto de la seda, pondrá en confrontación el mundo occidental con el oriental. Las distintas ramas religiosas son explicadas con atrevida erudición puesto que está plagada de entretenimiento y de personajes buenos y malvados, pero todos muy atractivos para el lector, que, sin duda, se lleva un recuerdo imborrable de esta novela y un acercamiento a una cultura tan desconocida en Occidente como es la cultura asiática en general y la china en particular.

30489263Ptolomeos de Duncan Sprott

A la muerte de Alejandro Magno, el imperio egipcio queda en manos del que se cree hermanastro no reconocido del gran conquistador, Ptolomeo. Éste sabrá adaptar el espíritu macedonio a la idiosincrasia tan particular del pueblo egipcio y consolidará toda una dinastía de griegos en el Egipto de los antiguos faraones. Todo el devenir de esta dinastía es retratado con maestría por Duncan Sprott en esta novela, publicada en dos partes en España. Las luchas por consolidar su dominio sobre los egipcios, la integración de ambas religiones creando una mezcla de dioses greco-egipcios muy fructífera, las luchas con los otros generales herederos de Alejandro, tanto en Macedonia como en lo que luego sería el Imperio Seleucida y, sobre todo, las intrigas palaciegas y las miserias personales de todos y cada uno de los componentes de esa gran familia que fue la Ptolomea, circulan por esta novela creando en el lector pasiones desenfrenadas u odios irreconciliables hacia muchos de los personajes que se nos hacen inolvidables. Los reinados se suceden en la dinastía y, a la par que se desarrollan proyectos culturales y artísticos tan interesantes como el Faro de Alejandría o el Museion con su famosa Biblioteca, se urden venganzas, asesinatos, envidias y malquerencias que van poco a poco pudriendo la pureza de la dinastía. Realmente inolvidable.

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