LIBRE DELS TRES REYS D´ORIENT
Ángel Moreno
Pues muchas vezes oyestes contar
de los tres Reyes que vinieron buscar
a Jhesucristo, que era nado,
una estrella los guiando,
et de la grant maravilla
que les avino en la villa
do Herodes era el traidor
enemigo del Criador.
Poema hagiográfico de mediados del siglo XIII, también titulado Libro de la infancia y muerte de Jesús, nos ha llegado en un mismo códice junto con la Vida de Santa María Egipcíaca.
En esta obra encontramos un tratamiento original de los evangelios canónicos y de los apócrifos, con dos temas fundamentales que orientan la narración: la infancia y la muerte de Jesús. Los conocidos episodios de los tres Reyes, Herodes, la matanza de los niños y la huida a Egipto preparan el encuentro de la Sagrada Familia con los dos ladrones, uno cruel y otro compasivo. Salvan sus vidas tras los ruegos del buen ladrón. Después, María baña al hijo leproso de éste en la misma agua donde había lavado a Jesús, y sana milagrosamente. Sigue el episodio de la Crucifixión, en el que el ladrón creyente de Cristo se salva.
En todo momento, se opone la fe y la caridad al rechazo y la crueldad (por ejemplo, el buen ladrón frente al mal ladrón), constituyendo el desarrollo de la estructura del poema.
Dimas fue salvo
e Gestas fue condampnado.
Dimas e Gestas,
medio divina potestas.
En definitiva, nos encontramos ante un texto que reúne, por primera vez, en verso las leyendas que ofrecieron a la cultura europea algunos de los más conocidos motivos, que después se han ido recreando y reelaborando a lo largo de los siglos en la literatura, la pintura o la escultura.
En este instante, mientras se hacen eco estos sencillos versos de la Adoración, recuerdo La adoración de los Magos de Velázquez:
Entraron los reys mucho homildosos
e fincaron los hinojos
e hobieron gozo por mira:
ofrecieron oro e ençenso e mirra.
Baltasar ofreció oro,
porque era rey podoroso;
Melchior mirra, por dulzora,
por condir la mortal corona,
e Gaspar le dio ençienso,
que assí era derecho.